Querido amigo:
Debajo de tanta hostia estoy yo, porque estoy harta, harta de que todo vaya en mi contra, que yo sea la que pierda, la que tiene que perdonar sin ser perdonada...
Aunque parezca que no, lo paso mal después de cada derrota, de cada caída, sin que nadie me ayude a levantarme, y dicen que eso me hace mas fuerte, pero se equivocan, te hace mas débil, dejas de confiar en quien antes era tu mayor consejero, porque no confías, y piensas que acabara, como todo el mundo mintiendo, engañándote y lo que mas duele convirtiéndose en un desconocido.
Pero ahora paso, cuando me dicen que no yo echo huevos y sigo peleando, sigo hacia delante con cicatrices, piedras o derribando a esa persona a la que yo llamaba amigo, porque ahora nada me importa excepto yo, y no, no soy orgullosa ni caprichosa, solo soy alguien que intenta luchar por lo que quiere, luchar por todo lo que un día quiso y solo por quedar bien delante de otros o por hacer felices a los demás, dejo de hacerlo. Ahora me toca a mi y me da igual que tú estés por delante.